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En tiempos de confinamiento: reuniones familiares

¿Te imaginas gestionar una empresa sin que existan canales de comunicación entre los líderes y los trabajadores, o entre los trabajadores mismos? ¿Te imaginas una empresa que no contemple las capacidades de sus trabajadores como el mayor activo para conseguir sus objetivos? ¿Te imaginas una empresa donde no haya unas pautas claras sobre cómo organizar el trabajo? ¿Te imaginas una empresa en la que el equipo directivo es el único encargado de solucionar los problemas del día a día?

Estos podrían ser algunos ingredientes para una productividad limitada, una cultura empresarial autoritaria, trabajadores poco comprometidos, poco motivados y en última instancia, ingredientes para el fracaso de un proyecto empresarial.

Ahora aplica esta misma receta a una familia y a la gestión del actual confinamiento familiar. ¿Crees que podría pasar lo mismo? El primer y más natural ejercicio de liderazgo lo hacemos en casa, con la familia.

Estos días necesitamos más que nunca dar estructura a nuestro día a día, encontrar soluciones a los problemas que puedan surgir, tener pautas de funcionamiento claras para todos los miembros de la familia y mantener la calma. Tenemos al mismo tiempo una escuela y una oficina en casa, tarea nada fácil. También necesitamos encontrar momentos de diversión y de descanso. Es una gran oportunidad para que nuestros hijos e hijas nos enseñen que son capaces de contribuir a que este tiempo de confinamiento sea un éxito y que no dependen solo de nosotros. Y podemos crear el contexto para que lo puedan hacer.

Es por ello que te propongo las Reuniones Familiares, una de las herramientas más poderosas de Disciplina Positiva. En una situación normal estas reuniones se realizan una vez a la semana, no obstante ahora te propongo hacerlas a diario o con una periodicidad más alta y aprovechar así ese momento también para que cada miembro de la familia haga balance de cómo le ha ido el día, compartiendo algo de lo que uno esté orgulloso y algo que quiera mejorar. Las reuniones durarán entre 10 y 30 minutos como máximo.

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Explica a todos los miembros de la familia que a partir de ahora vais a mantener reuniones familiares para organizaros mejor y para solucionar los problemas del día a día que puedan surgir. Anuncia cuando tendrá lugar la primera para que todo el mundo esté preparado.

Las reuniones empiezan siempre dando y recibiendo cumplidos y apreciaciones entre los distintos miembros de la familia. Esto os ayudará a poner atención en las cosas pequeñas que cada uno hace para contribuir a que todo funcione bien y se generará una energía especial y un buen ambiente que os ayudará a abordar la posterior solución de problemas.

Puedes colgar en un lugar visible (la nevera, por ejemplo) una agenda en blanco para que todos los miembros de la familia puedan apuntar los temas sobre los que quieren hablar. En la primera reunión te propongo, si no lo habéis hecho todavía, que el tema sea “cómo organizarnos en época de confinamiento y qué actividades podemos hacer en familia”. Para buscar propuestas o soluciones se hará una lluvia de ideas entre todos. Es muy importante que todas las ideas sean registradas. Se elegirá una solución que sea aceptable para todos los miembros de la familia.

Si en algún momento alguien hace una propuesta loca como: pasar todo el día con las pantallas, la anotaremos y cuando se haya acabado la lluvia de ideas repasaremos la lista propuesta, comprobando que todas las soluciones son razonables, respetuosas, relacionadas y útiles. En este caso no es muy razonable ya que los hijos tendrán que trabajar y además probablemente esta propuesta va en contra de alguna norma ya establecida en casa. Lo que podemos hacer es conectar con nuestro hijo antes de corregir. Por ejemplo, le diremos: «este sería un plan ideal para ti y necesitas dedicar unas cuantas horas al día a los deberes del colegio. Podemos buscar un momento durante el fin de semana para que puedas jugar con el ordenador».

En reuniones posteriores, antes de tratar los temas que estén escritos en la agenda por cualquier miembro de la familia es muy importante hacer seguimiento de lo que acordamos en la última reunión y revisar cómo han ido las soluciones que se propusieron.

Siempre acabaremos la reunión realizando una actividad divertida en familia.

Te recomiendo empezar haciendo reuniones solo con cumplidos y apreciaciones, el balance del día y una actividad divertida. Más adelante, empieza con la solución de problemas. En ese momento anima a tus hijos a que sean ellos los que propongan los temas a tratar, sobre todo en las primeras reuniones. De esta manera verán que no es un espacio para que los padres recriminemos lo que hacen mal sino un espacio de todos que nos ayuda a que nuestra familia funcione mejor. ¡No buscamos culpables, buscamos soluciones!

Las reuniones familiares son una oportunidad para enseñar a respetar el turno de palabra, valorar las cosas pequeñas, enfocarse en soluciones, practicar la empatía, la escucha, la paciencia, la creatividad y sobre todo un espacio de pertenencia y significancia para toda la familia o lo que es lo mismo, un espacio de conexión y contribución.

¿Te animas a probarlo?